Historia Fundación
Constituida en Los Ángeles el 14 de abril de 1975, la Fundación Juan XXII nació bajo la luz de la espiritualidad de Juan XXIII, conocido como el «Papa Bueno», procurando encarnar los valores de sencillez, autenticidad y alegría.
Como entidad sin fines de lucro, su propósito es evangelizar y participar en el proceso educativo de la juventud de la provincia del Biobío. Dependiente del Obispado de Los Ángeles, su principal objetivo es entregar enseñanza cristiana y contribuir al desarrollo cultural de acuerdo a las modalidades, principios y disposiciones de la Iglesia Católica.
Para alcanzar estos fines, la Fundación puede construir colegios o hacerse cargo de centros educacionales ya existentes, por lo cual tiene la responsabilidad total de la gestión educacional, económica y administrativa de los establecimientos que mantiene.

Sus orígenes
En el año 1973 funcionaba en nuestra ciudad el antiguo Colegio del Niño Jesús, único colegio particular pagado para niñas en la ciudad de Los Ángeles, dirigido por la Congregación Religiosa de las Hermanas del Niño Jesús de Aurillac (Ver Revista Surcos julio 2015, p. 31-35). En ese tiempo el país se encontraba enfrentado a un conflicto socio político que afectó la situación económica de la población. Las Hermanas tomaron la opción de abandonar la misión educacional en esta ciudad y se dedicaron a la evangelización de los más pobres, fundando una obra misionera en el Alto Biobío. Así fue como el Colegio fue ofrecido a instituciones que pudieran interesarse en continuar con la función educativa.
Esta decisión fue informada a los padres y apoderados del Colegio quienes, liderados por don Juan Umarán Dávila (Q.E.P.D) y don Ignacio Zubeldia, decidieron impedir la entrega del Colegio a alguna Institución que pudiera ser incompatible con la visión cristiana de los mismos apoderados.
Por lo anterior el Centro de Padres y Apoderados del Colegio, con el apoyo de la comunidad educativa, recurrió ante el recordado Obispo de la época Monseñor Orozimbo del Carmen Fuenzalida y Fuenzalida, quien ante la grave situación se empeñó en la tarea de salvar el Colegio para la Educación Cristiana Católica. Para tal efecto se contactó con las Hermanas de la Provincia, e incluso recurrió a la Superiora General con sede en Francia, con quien logró el acuerdo de que el Colegio sería donado al Obispado de Santa María de los Ángeles.
Fue así que asumió como director (s) el Rector del Liceo Alemán del Verbo Divino Rvdo. P. Javier Peró Torres svd., quien junto al Sr. Obispo contactaron a la Congregación Religiosa Santa Teresa de Jesús, Hermanas Teresianas, quienes iniciaron una nueva etapa de Colegio con el nombre de Colegio Teresiano, gratuito, contando con el apoyo de los apoderados. Don Orozimbo se comprometió con ambas Congregaciones Religiosas en crear una Fundación Educacional, con participación de los estamentos del Colegio, más las Congregaciones Religiosas citadas.
De esta manera y mediante decreto episcopal con fecha 14 de abril de 1975, el Obispo de la Diócesis de Santa María de los Ángeles don Orozimbo Fuenzalida y Fuenzalida erigió la FUNDACION JUAN XXIII, como Persona Jurídica Pública de Derecho Canónico, distinta pero dependiente del Obispado de Santa María de los Ángeles. Se inició con la donación de la Congregación de las Hermanas del Niño Jesús de Aurillac, según consta en escritura pública fechada el 16 de marzo de 1974. La Fundación es dirigida por un Consejo de Administración, presidido por el Ordinario Eclesiástico de la Diócesis.
En sus inicios la Fundación actuó y operó ante los organismos públicos y privados, teniendo como representante legal al Obispo Diocesano, quien delegaba sus facultades a un administrador. El primero fue don Juan Umarán Dávila, quien ejerció su mandato por 18 años, hasta su renuncia, siendo reemplazado por el Pbro. Ramón Alberto Henríquez Ulloa, según mandato otorgado por Monseñor Miguel Caviedes Medina, con fecha 26 de enero de 1993. En ese período los administradores actuaron conjuntamente con José Donato Alcayaga Gómez, quien ejerció el cargo hasta el 17 de diciembre de 1998.
Mediante Decreto N° 11/97 con fecha 7 de octubre de 1997, dictado por Monseñor Miguel Caviedes Medina, se reformaron los Estatutos de la Fundación estableciendo la manera de designación del Consejo de Administración. Se creó la figura del Director Ejecutivo, señalando las facultades de la que está dotado. El primero en ese cargo fue don Miguel Guillermo Collins Dupouy, seguido por el Presbítero Ramón Alberto Henríquez Ulloa y, por último, se nombró al actual Director Ejecutivo don Raúl Hugo Galdames Carrasco.
Los colegios
La Fundación Juan XXIII fue erigida con la donación del Colegio del Niño Jesús de Aurillac, que después pasó a denominarse Colegio Teresiano. Con el retiro voluntario de las Hermanas Teresianas, se renombró Colegio San Rafael Arcángel, dedicado a la enseñanza media y con sede en calle Almagro 237, esquina calle Caupolicán. La Fundación Juan XXIII comenzó con ese único colegio. Posteriormente el Obispado adquirió de CMPC un terreno ubicado en calle Marconi (parte de la población Pedro Lagos) en el que se construyó un colegio de enseñanza básica, anexo al Colegio San Rafael Arcángel. Más tarde este colegio anexo se constituyó como colegio independiente, tomando el nombre de Colegio San Gabriel Arcángel.
Durante el período del Obispo Mons. Adolfo Rodríguez y por resolución del Consejo de Administración, se adoptó como modo de financiamiento del Colegio San Rafael y su anexo la “subvención compartida”.
Más tarde, en el año 1987, se fundó el Colegio Juan Pablo II. Posteriormente, el Colegio Beato Damián de Molokai por iniciativa del párroco del Buen Pastor, Pbro., Alberto Berden. Y, finalmente, por iniciativa del Párroco de San Diego de Alcalá, Pbro. José Bogliolo Ruyu, se fundó en Huépil el Colegio San Diego de Alcalá.
El trabajo o misión del Alto Bío Bío, tal como se indica anteriormente, se inició con las Hermanas del Niño Jesús en la comunidad de Pitril. Más tarde prosiguió en la Comunidad de Kauñikú, encabezada por la Hna. Soledad Loque-. Y, finalmente, la acción evangelizadora llegó hasta la comunidad de Butalelbun.
El inmueble donde hoy funciona el Colegio Padre Alberto Hurtado de Los Ángeles, ubicado en el kilómetro 1.4 del Camino a Antuco, fue construido por la Iglesia Católica de nuestra Diócesis por iniciativa de Monseñor Orozimbo Fuenzalida, con el propósito de servir como Pre-seminario “Buen Pastor”. La casa construida prestó este servicio por algunos años pero se optó, finalmente, por enviar a los postulantes al Seminario Metropolitano ubicado en Chiguayante. En 1994 Monseñor Miguel Caviedes Medina decidió convertir esta Casa de Estudio en un Colegio Particular, el cual inició sus actividades el 01 de Marzo de 1995.
El año 2021, la Fundación Juan XXIII se hizo cargo de la administración de un nuevo colegio: San Jorge en la comuna de Laja.
Hoy la Fundación Juan XXIII administra nueve colegios, que por orden de fundación son los siguientes: Colegio San Rafael Arcángel (1975), Colegio San Gabriel Arcángel (1986), Colegio Juan Pablo II (1987), dos en Alto Bio-Bio, a saber, Escuela Butalelbúm (1986) y Escuela KauñiKú (1987), Colegio San Diego de Alcalá, en Huépil (1990), Colegio Padre Alberto Hurtado (1995), Colegio Beato Damián de Molokai (1996) y finamente el colegio San Jorge, de la comuna de Laja, administrado a partir del año 2021.
