En la Casa de Retiro San José de Huaqui los funcionarios de la Oficina Central de nuestra Fundación vivieron su retiro anual organizado por el departamento de pastoral de la Fundación, encabezado por el padre Javier Oses Flores.

En esta ocasión, la jornada estuvo dirigida por el padre Franciscano Capuccino, Anderson Luis de Olivera, quien guio la reflexión hacia la importancia de valorar a cada uno como una obra de Dios, haciendo énfasis en uno mismo.

«Pasamos todo el día mirando al otro», indicó el padre e invitó a los asistentes a sacar el celular y mirarse a sí mismo por unos minutos. Luego siguió la reflexión indicando que al ver lo que está mal, uno tiene el compromiso de mejorarlo, y por otro lado, observarnos como obra de Dios nos invita a ver lo bueno que existe en cada uno y con ello tenemos la responsabilidad obligada de compartir nuestro dones.

«El señor he hecho todo de nosotros para compartir lo lindo que tiene cada uno», enfatizó el padre Capuccino y bajo esta nueva perspectiva le dio una nueva mirada a la parábola de los talentos, indicando que el problema de haber enterrado el dinero, era que no había utilizado ninguno de sus dones. No los había compartido. «Cuando encuentra el don, debe usarlo», insistió.

Durante la jornada realizada el viernes 26 de noviembre, el padre Anderson celebró también la Santa Misa acompañado por el padre Javier y nuestro Vicario de Educación padre Pedro Mieres Pastene.

La actividad continuó con un almuerzo en la casa San José, que dio paso a un nuevo momento de reflexión entre los participantes y finalmente un momento de camaradería entre los funcionarios de casa central dio término al retiro.