Durante el mes de junio la Agencia de Calidad de la Educación de nuestro país, dio a conocer los resultados del Simce 2022, con el cual se evaluó a los estudiantes de cuarto básico y segundo medio. Esta es la primera medición realizada tras el retorno a clases presenciales, lo que demostró el impacto de la pandemia en las comunidades educativas.
Para los alumnos de cuarto básico, el promedio nacional en matemáticas fue el más bajo desde que comenzó la medición el 2012. Esa vez el resultado fue de 261 puntos promedio y el año pasado fue de 250. Esto es 10 puntos por debajo de la medición pre-pandemia, del 2018.
En segundo medio, en tanto, el promedio nacional en matemáticas fue de 252 puntos en 2022. Esto mostró una caída de 12 puntos respecto de la medición de 2018 y también fue el resultado más bajo desde 2012, cuando el promedio fue de 265.
En lectura, los resultados nacionales mostraron que mientras los estudiantes de cuarto básico obtuvieron el promedio más bajo en lectura desde 2015, los de segundo medio alcanzaron un nuevo mínimo en 10 años. Entre estos últimos, más de la mitad mostró un nivel de aprendizaje insuficiente.
El impacto de la crisis sanitaria en el área de educación ha sido medido también en otros países. En Estados Unidos, los resultados de las evaluaciones nacionales permitieron establecer que los efectos del confinamiento generado por el COVID, significaron un retroceso de dos década en los progresos que se habían logrado en matemáticas y lenguaje.
Los resultados para los colegios de la Fundación Juan XXIII son un reflejo de lo ocurrido a nivel nacional. En cuarto básico, los nueve establecimientos bajaron su puntaje en mayor o menor medida, en ambas pruebas. Sin embargo, en lectura, siete de ellos están de todos modos sobre el promedio nacional. En tanto en matemáticas, cinco están mejor evaluados que el resto del país.
En segundo medio, los nueve colegios tienen un puntaje superior al promedio nacional tanto en lectura como en matemáticas. Algunos de los establecimientos administrados por la fundación incluso mejoran su puntuación respecto al 2018.
De hecho, Patricia Cares, Jefa de Administración Educacional de la Fundación, destaca la importancia de tener estos resultados con el objetivo de «comenzar a dimensionar el impacto que tuvieron en la educación de nuestros niños, las medidas que se aplicaron en tiempo de crisis sanitaria. En la Fundación aplicamos varias medidas, entre ellas, el acompañamiento socioemocional a la comunidad educativa, la instalación de un sistema de apoyo pedagógico remoto en 2020 y la implementación de un sistema tecnológico de clases híbridas en 2021. Además, debemos recordar que nuestros establecimientos estuvieron entre los primeros en retomar la presencialidad. Ahora, conocer estos números es un paso que nos permite evaluar lo realizado y comenzar a tomar acciones más efectivas para revertir el impacto negativo que tuvo la pandemia».
Para este año, la Fundación Juan XXIII concentrará sus esfuerzos en profundizar el compromiso de los estudiantes y sus familias, así como de docentes y asistentes de la educación para que, a través de la aplicación de nuevas estrategias, se logre el avance hacia más y mejores aprendizajes. «En este momento, nos encontramos trabajando con nuestros equipos directivos y docentes en un plan de revinculación que busca incentivar la asistencia presencial a clases, acciones preventivas en convivencia escolar y desarrollo de aprendizajes profundos» explica Patricia Cares.
Ahora, los expertos coinciden en que la recuperación educativa debería ser prioridad en la agenda de las autoridades. Este año, la primera semana de noviembre, se llevará a cabo nuevamente la prueba Simce y se espera que esta medición comparable de aprendizajes permita tomar las medidas necesarias para revertir la situación.
Para ver los resultados por colegio ingrese a www.simce.cl