Hace cerca de 8 años nació, como resultado de un retiro de fin de año, la ya tradicional misa de los viernes en la Oficina Central de la Fundación Juan XXIII. Cada semana, las 8:30 am, se comienza el último día con la Santa Eucaristía, como «el reflejo de dar gracias por toda las cosas que hemos hecho en la semana», explica el Director Ejecutivo Raúl Galdames C.
La idea que surgió desde aquella reflexión, apuntaba a buscar una actividad pastoral que fuera permanente y permitiera la participación de todos los funcionarios. Desde que se inició esta tradición, sólo fue interrumpida algunos viernes durante la pandemia. El resto del tiempo se ha mantenido con el apoyo permanente del Vicario de la Fundación Juan XXIII, Padre Pedro Mieres, quien la realiza todas las semanas y le secunda don Celso Oñate, diácono y miembro del Consejo Administrativo de nuestra institución en calidad de Asesor Jurídico.
«La vida cristiana se funda en la Eucaristía, es la pascua de Jesús. Luego, para nosotros, la gente de la Oficina Central, es particularmente importante porque nos recuerda cuál es el perfil propio de nuestra Fundación Juan XXIII», enfatiza el Padre Pedro al explicar la importancia de mantener viva esta tradición.
La iniciativa se ha transformado en parte de la vida de la Oficina Central y renueva el espíritu de sus participantes cada semana. Tanto así que como destaca el don Raúl: «es una Misa muy familiar. Es un momento donde podemos conocer otros dones de nuestros compañeros, por ejemplo, Marisel García es la encargada de las canciones y canta muy lindo. Las lecturas también las realizan normalmente las mismas personas. Es una actividad que hemos tratado de mantener en un ambiente de familiaridad, de hecho, después de eso compartimos un desayuno que es preparado por nosotros mismos en distintos grupos».
Esta instancia de participar en la Santa Eucaristía los días viernes es una invitación abierta al resto de nuestra familia Fundación. Antes de la pandemia el aforo era más restringido porque se realizaba en la capilla del Obispado, sin embargo, ahora se realiza en el salón auditorio de la institución lo que hace posible recibir a quienes pasen de visita.




