La fiesta de Pentecostés es el segundo domingo más importante del año litúrgico, en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo. La Iglesia dedica la semana de Pentecostés en honor al Espíritu Santo, pero también celebra la Consagración de la Iglesia, cuyo principio lo marca esta epifanía.
Para los cristianos, Pentecostés es la conmemoración del descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles de Jesucristo, que marca el nacimiento de la Iglesia. El término, como tal, hace precisamente alusión a los cincuenta días que transcurren desde la Pascua hasta el Pentecostés. Los cristianos celebran en el Pentecostés la Venida del Espíritu Santo, que tuvo lugar, según la Biblia, el quincuagésimo día después de la Resurrección de Jesucristo.
