Un ambiente laboral más feliz y saludable, eso es lo que se busca conseguir cuando una institución genera espacios para realizar los masajes «corporativos» a sus funcionarios. Eso es también lo que persigue la Fundación Juan XXIII al retomar los ya tradicionales masajes de 30 minutos, que pueden ser relajantes o descontracturantes, según lo determine la kinesióloga a cargo, Elisa Lagos.
El 15 de mayo pasado, comenzaron este 2023 las atenciones en siete de los colegios de la fundación. La iniciativa se ha estado realizando por tres años (descontando los dos de pandemia) y la planificación la realiza el área de gestión de personas de la institución.
Los masajes son gratuitos y se desarrollan en las dependencias de cada colegio (excepto en los establecimientos del Alto Biobío, en los cuales se está coordinando la mejor manera de llevarlos a cabo). Las inscripciones para participar las realiza el inspector general de cada colegio, quien tiene a disposición ocho cupos cada vez que va la kinesióloga.
«[En los tres años] es la tercera vez que tomo uno de estos masajes, es una experiencia muy grata. La misma persona me ha atendido las tres veces, es muy acogedora y muy profesional en su trabajo. Estoy muy agradecida de la iniciativa. Porque que vayan a tu propio trabajo y te den este regalo, al menos yo lo agradezco mucho» explica Gianina Illanes Ruiz, docente de la Escuela Juan Pablo II.
Según los estudios, actividades de autocuidado como esta, incentivan a mejorar el clima laboral obteniendo así beneficios tanto en los colaboradores, como en la propia organización. La felicidad y el bienestar de las personas mejora, pues se logra disminuir dolores y tensiones ocasionados por las largas jornadas laborales. Además, expertos sostienen que se logra disminuir cansancio y estrés, mejorando la concentración y la memoria, por consiguiente lograr tener un ambiente motivado y lleno de cooperación.
De hecho, la educadora de aula y coordinadora pedagógica del nivel educación parvularia del colegio San Gabriel, Jenny Arrollo Campos, agradece «profunda e infinitamente a la Fundación esta iniciativa… ha contribuido a una mejora, a un descansar, a realizar una pausa dentro de nuestra jornada laboral…. un abrazo fraterno para ustedes y muchas gracias por preocuparse y ocuparse de los funcionarios».
PAUSA ACTIVA
En la misma línea del autocuidado de los funcionarios, el Área de Prevención de Riesgo, comenzó también a desarrollar las «Pausas Activas» en cada establecimiento. La idea es que durante el Consejo de Profesores, o cualquier otra instancia que el Director determine, se generen momentos en los que durante 5 o 10 minutos el grupo es invitado a participar de alguna dinámica que los obligue a estar en movimiento.
El objetivo es que al menos una vez a la semana los funcionarios de cada colegio realicen estas mini-sesiones de movilidad física que se desarrollan durante la jornada laboral para evitar la tensión de los músculos causada durante el estrés acumulado del día, reactivando así nuestra energía para seguir trabajando, junto con promover el bienestar y cuidar su salud. Más aún, se ha establecido que las pausas activas generan alegría en los equipos y mejoran las relaciones humanas entre los participantes.
Esta actividad se extenderá durante todo el año y el área organizadora tiene previsto que en un segundo paso, casa colegio sea capaz de generar sus propias pausas activas de manera independiente.
ENCUESTA
Finalmente, durante la primera semana de mayo cada uno de los funcionarios de la Fundación Juan XXIII recibió en su correo electrónico un mensaje que los invitaba a responder una pequeña encuesta titulada «Espacios para el Autocuidado».
En ella, todos fueron invitados a marcar sus intereses para que luego las áreas de Educación y Gestión de personas comenzaran a trabajar dando respuesta a los requerimientos planteados. Este proceso se encuentra actualmente en etapa de análisis de datos, pero por ahora sabemos que las actividades que más puntaje obtuvieron fueron clases de zumba y pilates, mosaico y cerámica, artes marciales y cocina.
En las próximas semanas conoceremos novedades respecto de la planificación y coordinación que pueda hacer el área para hacer realidad estas aspiraciones de los funcionarios. Una vez que conozcamos los resultados, lo más importante es que quienes se inscriban no dejen de asistir, para asegurar una larga vida al nuevo proyecto.