El equipo del colegio Bicentenario San Diego de Alcalá, obtuvo el tercer lugar en el XIV congreso nacional de Ciencias ICEDUC 2023 celebrado en la ciudad de Antofagasta a fines del mes de noviembre y este reconocimiento significa que las participantes se adjudicaron un cupo para exponer en la feria nacional de Fortaleza- Brasil el 2024.

El colegio presentó la investigación Leptocarpha Rivularis, medicina ancestral, que fue desarrollada y defendida por las estudiantes Francisca Muñoz Lincopan y Tamara Aedo Arenas, ambas de Tercero Medio, y acompañadas por el profesor Héctor Soto Aravena.

El «Palo negro» o «Leptocarpha Rivularis» es un arbusto chileno perenne que llega hasta los 2 metros de altura y con una flor amarilla. Se le atribuyen interesantes cualidades, desde curar malestares estomacales hasta anticancerígenas. Su uso medicinal viene de la cultura mapuche, originalmente llamado Cüdu-mamëll (en Mapudungun kudü negro; mamëll madera, palo, árbol). Se le encuentra especialmente entre las regiones de Maule y Los Lagos, en terrenos húmedos y asoleados. Está presente en las dos cordilleras y cerca de los cursos de agua.

XIV Congreso fue organizado por el Instituto Bicentenario Científico Educacional José Maza Sancho, y la Fundación Club de Ciencias Chile quienes invitaron a estudiantes y profesores de establecimientos de educación participar con el propósito de facilitar el encuentro para dar a conocer, discutir y valorar los resultados de proyectos científicos de estudiantes de educación básica (5° a 8° Básico), educación media (1° a 4° Medio) y Pandillas Científicas (Transición mayor a 4° Básico) en el marco del aprendizaje en Astronomía, Medio Ambiente, Tecnología, Ciencias Exactas, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, entre otras.

El profesor, conocido como «Tío Tito» y las alumnas, han sido ampliamente felicitados en las redes sociales del colegio, con muestras de admiración y orgullo. Ante lo cual, el docente compartió: «Gracias a todos por sus saludos. A nuestra directora y el equipo directivo del colegio y la Fundación Juan XXIII, que creyó en este equipo que conformamos con estas grandes estudiantes. Agradecer además a las familias de Tamara y Francisca por su confianza y apoyo constante que han sabido guiar muy bien a sus hijas hasta obtener estos logros. A mis colegas y a los asistentes que me comprenden y reemplazan cuando yo no estoy. Muchas gracias a todos».